
ACTIU organizó en su sede de Castalla una jornada dedicada a la neuroarquitectura, el bienestar y los entornos diseñados con propósito. Participaron profesionales del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante (CTAA) y del Colegio de Arquitectos de Valencia (CTAV), en un encuentro que dejó espacio para la reflexión, la conversación y la inspiración.
CU4 no solo estuvo presente, sino que nuestra arquitecta Anna Ferrer fue una de las voces protagonistas del encuentro, aportando una mirada profunda sobre cómo el diseño puede mejorar nuestra salud.
Entendiendo cómo se diseña el bienestar desde la raíz
Somos conocedores de que el bienestar no se improvisa. Se construye desde la raíz, como vimos en el recorrido por las instalaciones de ACTIU.
Un paseo por sus espacios productivos y corporativos nos mostró cómo el diseño industrial, la experiencia de usuario y la cultura de empresa pueden formar un todo coherente. Cada rincón tiene una intención. Cada elección espacial habla de funcionalidad, sostenibilidad y cuidado por las personas.
Anna Ferrer, experta invitada

Su intervención dejó huella. Anna Ferrer, arquitecta en CU4 Arquitectura, habló de salud desde la perspectiva del diseño, especialmente desde el enfoque del estándar WELL. Pero no se quedó en lo superficial. Fue más allá del aire o la luz natural.
Habló de cómo las decisiones de diseño afectan directamente a nuestro sistema nervioso, a nuestras emociones, a nuestra capacidad para concentrarnos, descansar o rendir.
La metáfora que lanzó —»¿medicar al pez o limpiar la pecera?»— se convirtió en uno de los momentos más compartidos del día. Porque en el fondo, eso es lo que está en juego. Si queremos mejorar el bienestar, ¿actuamos sobre la persona o sobre el entorno que la rodea? Esa es la cuestión.
¿Cómo el diseño y la ciencia fomentan el bienestar?
La conversación entre Anna Ferrer y Carmen Llinares, directora del Laboratorio de Neuroarquitectura de la UPV, cruzó emoción y evidencia. En nuestro estudio defendemos ese enfoque que combina sensibilidad, conocimiento técnico y mirada crítica.
El diseño puede y debe contribuir al bienestar físico, mental y social. Estos encuentros lo confirman. El cambio hacia una arquitectura más consciente, colaborativa y humana no es una utopía. Es una realidad que ya se está construyendo.
9 claves que utilizamos en CU4 Arquitectura

Los temas que se debatieron en esta jornada no son ajenos a nuestro día a día. Aquí compartimos algunas de las claves que forman parte de nuestro enfoque:
- Pensar en las personas antes que en los objetos
Cada decisión de diseño nace de una pregunta esencial. ¿Cómo se siente, se mueve y se relaciona quien va a habitar este lugar? - Trabajar con la luz, no solo con la lámpara
Más que iluminar, se trata de entender cómo la luz natural afecta a nuestras emociones, a nuestra energía y a nuestra salud. - Reducir el ruido visual y mental
Un entorno saturado agota. El diseño debe ser también una herramienta para el descanso, la claridad y el equilibrio. - Cuestionar el estándar, aplicar la evidencia
La neuroarquitectura y los estándares como WELL son referencias útiles, pero no sustituyen a la observación, la escucha y el sentido común. - Diseñar como acto de cuidado
No creamos solo formas. Diseñamos experiencias con impacto emocional y fisiológico. Cada decisión cuenta, y cuidarla es parte del compromiso. - Adaptar el diseño al contexto y a la cultura
No existen recetas universales. Cada espacio debe responder a su entorno, su clima, su historia y las personas que lo habitan. - Promover la conexión con la naturaleza
Integrar elementos naturales no es solo una tendencia. Es una necesidad humana que mejora el bienestar cuando se incorpora de forma orgánica en el entorno construido. - Escuchar antes de proyectar
El diseño empieza con la escucha. Comprender las verdaderas necesidades de quienes usarán un espacio es el primer paso hacia soluciones honestas y eficaces. - Trabajar en red con otras disciplinas
La arquitectura gana profundidad cuando se abre al diálogo con la psicología, la neurociencia o la sociología. El bienestar se construye en equipo.
Pero más allá de las ponencias, esta jornada evidenció algo esencial, el futuro de la arquitectura se juega en los pequeños gestos que cuidan. En los detalles que no se ven, pero se sienten. Y en la voluntad compartida de diseñar no solo con criterio, sino con conciencia.