Hola! Si has llegado a este apartado de nuestro blog, es porque te gusta la arquitectura y el diseño de casas, o porque quizás, estés pensando cómo sería tu casa ideal, que cosas tendría, qué te gustaría que no se te escapase. Son tantas cosas!
En este apartado del blog queremos hablarte de los elementos que componen la arquitectura y el diseño de casas. De aquellas cosas que debes tener en cuenta a la hora de tomar decisiones, de elegir qué es lo más importante para ti y por tanto para tu proyecto. Iremos tratando temas concretos relacionados con la arquitectura y el diseño de casas.
Cuando nos planteamos, ¿Qué elementos son? ¿Cómo los clasificamos? ¿Cómo se puede poner orden en algo tan amplio como es el concepto arquitectura? A nosotros, en el estudio, nos vienen a la mente (con una sonrisa en la cara 🙂 )las primeras lecciones que dimos en la carrera dentro de la asignatura de Elementos de Composición. Tuvimos la suerte de encontrarnos con un profesor que, además de motivarnos 100% en nuestra profesión, nos enseñó a analizar bien los proyectos. Nos hizo entender que la arquitectura no es algo “tan abstracto”, la arquitectura y el diseño de casas en concreto, obedecen a una serie de parámetros. Y que es posible hacer una arquitectura como mínimo correcta si los tenemos en cuenta.
A continuación, en este primer post, te vamos a hablar de los temas fundamentales para la arquitectura y el diseño de casas particularmente. Estos parámetros o conceptos se pueden extrapolar a otros usos.
El programa
Quizás este sea el punto que a todos nos viene a la mente cuando pensamos en qué queremos que tenga nuestra casa. Por ejemplo; tres dormitorios, dos baños, un estudio y una cocina. Bien. Hasta aquí puede parecer sencillo. Aun así es importante que en la elaboración de este programa intervengan todas las personas que van a formar parte de la misma (si, mascotas incluidas ;P).
El metraje
Nada más tener claro el programa que debe cumplir nuestra nueva casa, entraremos en el tema del metraje. Esto es, las superficies. ¿Qué es un dormitorio pequeño? Para cada persona y cada circunstancia, la respuesta será una cifra distinta. Partimos de una superficie mínima que es el resultado del espacio mínimo necesario para colocar el mobiliario (en este caso la cama y un armario, por ejemplo) más el espacio para hacer uso de estos muebles y el necesario para circular. Hasta aquí, una superficie que es innegociable.
La normativa de habitabilidad, también exige unas superficies mínimas para cada tipo de estancia en función de su uso.
A partir de estos mínimos debemos trabajar la métrica de cada estancia, para decidir en qué estancias nos interesa más invertir más metros y en qué otras no es tan importante para ti.
La estructuración espacial
Criterios de privacidad
El tema empieza a animarse, cuando pasamos al siguiente paso que es clasificar estos espacios según vayamos a pedirles que tengan un carácter privado, común o público. Cada caso es distinto. Solemos decir que solo hay una forma de vivir tu casa, LA TUYA. Por esa razón es importante que seamos capaces de comunicarnos de manera eficiente y que podamos proponerte soluciones totalmente personalizadas para ti.
Criterios funcionales
Cuando pensamos cómo debemos ordenar los espacios, en algunos casos se nos dará la necesidad de agrupar funcionalmente algunas piezas de la casa, por ejemplo un baño con un dormitorio.
Criterios técnicos
En la arquitectura y el diseño de casas es conveniente unificar técnicamente algunas zonas, por ejemplo es positiva la agrupación de las zonas húmedas como baños/cocinas.
La altura y la sección
Acostumbramos a pensar en arquitectura como la representación y la relación de entre los espacios en planta (lo que solemos llamar planos de distribución). Una arquitectura de calidad siempre tendrá en consideración el trabajo en sección, las alturas de cada espacio y las relaciones en diagonal que se pueden dar entre ellos (por ejemplo los espacios a doble altura). Es cierto que para conseguir imaginarse estas relaciones volumétricas, hay que tener cierta visión espacial. Para ello suele resultar muy interesante el trabajo sobre maquetas o las visualizaciones informáticas en tres dimensiones.
Existe una altura mínima o de paso, que es la necesaria para poder acceder a un espacio. Una vez estamos en él, existe una altura funcional, que es la que nos permite alcanzar o usar los muebles o enseres que tenemos en estos espacios. Una vez cubiertas estas necesidades básicas, entra el juego el diseño visual del espacio, de lo que podemos conseguir jugando con las diferentes alturas. Mies Van Der Rohe, por ejemplo, buscaba la desmaterialización del espacio a través de dotarlo de mayor altura, jugando con una altura psicológica que hace percibir que la arquitectura “no pesa”.
La relación interior/interior
Cuando ya tengamos claro los espacios que necesitamos, el tamaño aproximado de los mismos y como preferimos estructurarlos, deberemos pensar cómo queremos que se relacionen entre ellos, como serán sus particiones. A priori, a todos nos gustan los espacios diáfanos, pero según nuestras preferencias concretas, o nuestra forma particular de vivir nuestra casa, le exigiremos unos condicionantes distintos a cada partición. Las particiones interiores de una vivienda no tienen porque ser tabiques convencionales de ladrillo o pladur. Las particiones las definiremos en función de:
Niveles de transparencia, diafaneidad espacial
Es recomendable establecer una jerarquía de preferencias en torno a las visuales y la luz potenciales. En base a ello, estableceremos la materialización de los agrupamientos y disoluciones espaciales, que podrán ser:
Agrupamiento físico completo, SIN BARRERAS.
Agrupamiento físico parcial, con BARRERAS PARCIALES, por ejemplo:
- Acústica, vidrio
- Visual, vidrio traslucido, muro hasta altura ojos…
- Lumínica
En función de ello decidiremos para cada partición si debe ser transparente, traslúcido u opaco.
Niveles de movilidad, flexibilidad espacial
Las particiones interiores de una vivienda no necesariamente tienen que ser fijas, podemos proyectar espacios transformables en función del uso que se le vaya a dar al espacio en cada momento. Nos gusta plasmar, mediante planos, bocetos o imágenes, como puede cambiar un espacio y puede adaptarse a nuestras necesidades según la posición de las particiones (a modo de catálogo elemental de posibilidades significativas de los distintos usos consecuencia de la movilidad).
La relación interior/exterior
En este apartado tratamos el cierre exterior de nuestro edificio, esto es principalmente, las cubiertas y las fachadas. Trabajamos la relación interior / exterior en la arquitectura y el diseño de casas a 4 niveles fundamentales:
La proporción métrica entre los espacios internos y externos
Dentro del ámbito de nuestra parcela, podemos pensar en los espacios exteriores anexos a otros interiores, como espacios de expansión de éstos y por tanto buscar una lógica en su metraje a la vez que aseguremos que la expansión no suponga una merma de cualidades (por ejemplo, la intimidad).
Las vistas
Entendiendo nuestro espacio interior como espacio de dominio controlado, debemos como mínimo analizar cómo se relaciona cada estancia, en función de su posición y atura, con el espacio de dominio semicontrolado y el visual.
- Relación del espacio de dominio controlado con el espacio de dominio semi controlado (aquel que es exterior y que está dentro de los límites de nuestra propiedad)
- Relación del espacio de dominio con el espacio visual o abarcable (todo lo visualmente accesible desde el espacio de dominio).
La aireación
Toda o parte de un hueco de fachada o cubierta lo destinaremos a la correcta aireación de la vivienda. Es importante, además de cumplir los requerimientos de la normativa, considerar las corrientes de aire principales de la zona geográfica en la que se encuentre nuestra parcela y aconsejable trabajar la ventilación cruzada de las estancias.
El control solar
Debemos asegurar en control solar cuando sea necesario, pero sin renunciar – siempre que sea posible – a el resto de prestaciones que proporciona un hueco: iluminación, aireación, vistas, etc.
El tratamiento de la luz natural
Cuando hablamos de luz en el ámbito de la arquitectura y el diseño de casas, nos viene a la mente el arquitecto Alberto Campo Baeza. Según él, la luz es el principal material de construcción, es la que define el espacio.
Nuestra recomendación es trabajar la luz natural como objetivo generalizado para iluminar asumiéndola no solo en términos de cantidad, sino también de calidad.
Tenemos magníficos ejemplos de trabajo sobre la luz natural a lo largo de la historia de la arquitectura, edificios que han sido diseñados teniendo en cuenta el recorrido que hace el sol desde que amanece hasta el atardecer, como el Panteon de Roma.
Una bonita recomendación que nos daba nuestro profesor de elementos de composición era pensar que no existiese más opción para iluminar y crear y matizar ambientes que la luz natural.
Los materiales
En la escuela de Arquitectura siempre nos recomendaban emplear el mínimo número de materiales, con independencia de los distintos tratamientos o aparejos que puedan aplicarse por razones funcionales o plásticas.
Por tanto, un buen criterio general será el de la minimización del número de materiales a emplear y su elección se basará:
- … por su idoneidad funcional
- … por sus cualidades arquitectónicas, como el tacto, la influencia sobre la luz, etc
- … por criterios personales sobre sus cualidades plásticas, su importancia en la armonía de conjunto, … etc.
Espero que te haya resultado de utilidad este post, y en cualquier caso, que te haya ayudado a abrir lo ojos y ver la cantidad de variables que tenemos para jugar en la arquitectura y diseño de casas que son las que nos permiten hacer hogares espaciales.
No te conformes con menos, en arquitectura la calidad no es solo una cuestión económica y de materiales. Tal y como dijo el arquitecto Ricardo Legorreta, «El verdadero lujo está en el espacio».